Hace unos días, yo me preguntaba, ¿Por qué uno tiene que amar a la persona equivocada? ¿Por qué el amor se tiene que acabar? Justamente alguien me envió una de esas presentaciones que da hueva leerlas, ese día la leí y ahí comprendí tantas cosas que anteriormente no lograba entender y me frustraban, definitivamente el amor va más allá de cariños, compañía, pasión, atracción física, y todo eso que erróneamente muchas veces el subconsciente piensa que es amor....
Pero el amor va más allá de eso, no solo se trata que vivas tu vida al lado de alguien a quien amas profundamente, tu amor definitivamente sólito nunca bastará, el amor dicen es el sentimiento más poderoso y más lindo del mundo, y por lo tanto te debe traer cosas buenas a la vida, no malos ratos y malos momentos, ahí comprendí que todos necesitamos en nuestra vida a un gran hombre ( o una gran mujer)....
Hoy quiero compartir el texto de esa presentación porque dice todo lo que cualquiera debería saber para buscar a la pareja con quien vivir el resto de la vida...
No te enamores de un hombre…
Que solo hable de sí mismo, de sus problemas, sin preocuparse por ti.
No creas en las palabras de un hombre cuando sus actos digan lo contrario.
Aleja de tu vida a un hombre cuando éste no construya contigo un mundo mejor, él jamás se ira de tu lado porque eres su fuente de energía.
Huye de un hombre enfermo espiritual y emocionalmente, son como el cáncer…matarán todo lo que hay en ti (emocional, mental, física y económicamente).
No le pongas atención a aquel hombre que no sea capaz de expresar sus sentimientos, que no se ame sanamente.
No te aferres a un hombre que no sea capaz de reconocer tu belleza interior y exterior, y tus cualidades morales.
No dejes entrar a tu vida un hombre al que le tengas que adivinar lo que quiere, porque no es capaz de decirlo abiertamente.
No te enamores de un hombre que al conocerlo, tu vida se ha convertido en un problema para resolver y no algo para disfrutarlo.
No creas en un hombre que tiene carencias afectivas de la infancia y que trata de llenarlas con la infidelidad, culpándote cuando su problema no eres tú, sino él, porque no sabe que quiere de su vida, ni cuales son sus prioridades.
¿Por qué querer a un hombre que te abandonará si no eres como él quiere que seas, o si ya no le eres útil?
¿Por qué querer a un hombre que te cambiará por un cabello o un color de piel distinto o por unos ojos claros, o por un cuerpo más esbelto?
¿Por qué querer a un hombre que no supo admirar la belleza que hay en ti, la verdadera belleza….la del corazón?
lunes, 26 de julio de 2010
viernes, 2 de julio de 2010
La indiferencia acaba, justo cuando se meten con nosotros...
Sin duda alguna viviendo en un país en donde los titulares de asesinatos, secuestros, extorciones, asaltos y demás manifestaciones de violencia, están a la orden del día, es inevitable que muchos vean o veamos la violencia y la falta del Estado de Derecho en el país como algo normal, algo sin compostura, algo que hasta cierto punto llega a ser tomado sin importancia.
Pero ¿y qué pasa cuando el agredido resulta ser uno de nosotros o alguno de nuestros seres queridos?, entonces ahí, sí pregonamos a diestra y a siniestra lo malo que es el gobierno o más bien el partido de gobierno, porque en un país en donde no se tiene un proyecto de nación a largo plazo no se puede hablar de Estado, pero ese es otro tema...
La cuestión acá, es que no es hasta entonces, cuando nos vemos agredidos o en peligro, que realmente abrimos los ojos y nos damos cuenta de la clase de país en el que vivimos, es ahí cuando nos dan ganas de cambiar el país o en su defecto de salir huyendo y dejar que la maldita violencia y corrupción acabe con los que se queden.
Este asunto los últimos días ha estado rondando mi cabeza y estoy segura que no soy la única ni la primera que lo piensa, pero entre muchas preguntas que diariamente me hago me pregunto ¿En realidad ya nos volvimos indolentes a la desgracia que viven miles de familias asotadas por la violencia o en realidad es un asunto de acomodamiento y falta de.... solidaridad social, entre otras cosas?, ¿Por qué cuando nos suceden las cosas o las vemos de cerca nos conmovemos ante lo que día a día viven cientos de guatemaltecos que por no ser oligarcas, intelectuales, o influyentes políticamente pasan desapercibidos?
¿Hasta cuando pensamos empezar a actuar por Guatemala? ¿Hasta cuándo vamos a dejar de actuar con apatía ante la desgracia que se vive en el país?... Tendremos que esperar a que agredan a un ser querido o a nosotros mismos para empezar a exigir, a aquellos, en los que hemos delegado la soberanía para su ejercicio, que cumplan con los deberes básicos del Estado promulgados en la Constitución, como lo son la protección a la persona y las garantías esenciales e inherentes al ser humano como la vida, justicia, seguridad, o peor aún será hasta que suceda eso que empecemos como ciudadanos consientes a cumplir con nuestros deberes sin recurrir a actos que solo fomentan la corrupción, así sea de la forma más mínima....
¿Cuándo entenderemos que ya basta de quejarse y quejarse sin realizar un cambio en nosotros? Ya basta de echarle la culpa de las desgracias del país a los nefastos funcionarios públicos, debemos empezar por educarnos y recordar muy a nuestro pesar que hay mucho de cierto en aquella frase que cita: "cada país tiene el gobierno que se merece"
Ojalá empecemos a hacer algo por nuestro país antes que la violencia nos azote de cerca, antes que el día que nos llegue, seamos tan mediocres que ni siquiera tengamos la solvencia de decir, "yo estaba trabajando en cambios para mi país, aunque fuera de la forma más mínima"....
Solidaridad con aquellos seres cercanos que vivieron la violencia de cerca y me hicieron pensar en qué estoy haciendo realmente por cambiar mi país...
Pero ¿y qué pasa cuando el agredido resulta ser uno de nosotros o alguno de nuestros seres queridos?, entonces ahí, sí pregonamos a diestra y a siniestra lo malo que es el gobierno o más bien el partido de gobierno, porque en un país en donde no se tiene un proyecto de nación a largo plazo no se puede hablar de Estado, pero ese es otro tema...
La cuestión acá, es que no es hasta entonces, cuando nos vemos agredidos o en peligro, que realmente abrimos los ojos y nos damos cuenta de la clase de país en el que vivimos, es ahí cuando nos dan ganas de cambiar el país o en su defecto de salir huyendo y dejar que la maldita violencia y corrupción acabe con los que se queden.
Este asunto los últimos días ha estado rondando mi cabeza y estoy segura que no soy la única ni la primera que lo piensa, pero entre muchas preguntas que diariamente me hago me pregunto ¿En realidad ya nos volvimos indolentes a la desgracia que viven miles de familias asotadas por la violencia o en realidad es un asunto de acomodamiento y falta de.... solidaridad social, entre otras cosas?, ¿Por qué cuando nos suceden las cosas o las vemos de cerca nos conmovemos ante lo que día a día viven cientos de guatemaltecos que por no ser oligarcas, intelectuales, o influyentes políticamente pasan desapercibidos?
¿Hasta cuando pensamos empezar a actuar por Guatemala? ¿Hasta cuándo vamos a dejar de actuar con apatía ante la desgracia que se vive en el país?... Tendremos que esperar a que agredan a un ser querido o a nosotros mismos para empezar a exigir, a aquellos, en los que hemos delegado la soberanía para su ejercicio, que cumplan con los deberes básicos del Estado promulgados en la Constitución, como lo son la protección a la persona y las garantías esenciales e inherentes al ser humano como la vida, justicia, seguridad, o peor aún será hasta que suceda eso que empecemos como ciudadanos consientes a cumplir con nuestros deberes sin recurrir a actos que solo fomentan la corrupción, así sea de la forma más mínima....
¿Cuándo entenderemos que ya basta de quejarse y quejarse sin realizar un cambio en nosotros? Ya basta de echarle la culpa de las desgracias del país a los nefastos funcionarios públicos, debemos empezar por educarnos y recordar muy a nuestro pesar que hay mucho de cierto en aquella frase que cita: "cada país tiene el gobierno que se merece"
Ojalá empecemos a hacer algo por nuestro país antes que la violencia nos azote de cerca, antes que el día que nos llegue, seamos tan mediocres que ni siquiera tengamos la solvencia de decir, "yo estaba trabajando en cambios para mi país, aunque fuera de la forma más mínima"....
Solidaridad con aquellos seres cercanos que vivieron la violencia de cerca y me hicieron pensar en qué estoy haciendo realmente por cambiar mi país...
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