Pensando tantas cosas, tratado de forzar el alma a sentir, obligando a la cabeza a brillar, derrepente así, simplemente, sin mayor esfuerzo en un instante único, en el espacio adecuado, puede suceder, llega sin mucho aviso, casi imperceptible; aunque desde el momento en que lo reconoces, te atrapa el alma, te llena el cuerpo, la mente y el espíritu de cosas indescriptibles, de pronto descubres que ahí esta, que esta llegando y lo disfrutas de tal manera que no quisieras que acabara, vas sintiendo como recorre cada poro de tu piel, como se mete en cada una de tus venas, como regocija cada parte viva de tu ser, como acelera tus sentidos...
Simplemente después de sentirlo y disfrutarlo no quieres dejar de vivirlo, y solo ahí en ese momento en que después de extasiarte con su presencia, justo cuando sientes que lo necesitas, justo ahí... Se va, se esfuma poco a poco hasta desaparecer...
Pero solo en ese preciso momento, en que todo vuelve a ser como cuando no lo conocías, solo en ese momento puedes decirle a la vida, gracias, porque sabes que lo que sentiste fue la expiación perfecta a lo que antecedió a esos instantes imperecederos en cada parte de ti, solo ahí sabes que valió la pena haber vivido...
viernes, 26 de marzo de 2010
jueves, 25 de marzo de 2010
Prueba....
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